29 junio 2007

Yo creo que es la luna

Intentos intermitentes a media tarde:

1. Se fue a explorar otros mundos. En el mundo que transitaba no cabían los sueños. Era el mundo, real y trágico. Donde la historia está tan presente como si nunca hubiera desaparecido. Y el futuro carga ciegamente con los días pasados, gris y fantasmagórico a la vez, lleno de sombras.
Miró sólo un momento la luna que miraban todos los hombres, donde tantos ojos convergen. Pensó que quería seguir soñando, como si nada de eso existiera. Pero no podía permitírselo. Ni olvidar.

2. Hoy no puedo leer. Espero. Espero que este nudo raro que se me ha puesto en el estómago desaparezca. Me pregunto por qué las cosas me afectan tanto. Por qué siento esta impotencia, y estas ganas de volver a mis tardes solitarias, mis ratos solitarios elegidos, mi tranquilidad.
Cerrar la ventana por un tiempo y volver adentro, mirar hacia el fondo de mi alcoba, que tengo ahí detrás, abandonada.

No cerrar los ojos. No cierro los ojos. Sólo reposo, aspiro aire y calma que me conforten, miro dentro por ver qué guardo en mi inconsciente, por ver de qué cosas soy consciente todavía. Si hay algo que aún tenga remedio. La esperanza nunca la pierdo, y espero palabras que me reconforten. Un gesto. No tendría por qué necesitarlo, pero me encuentro algo perdida, impotente, un poco atrapada.

Y empieza el calor. No llueve. Recuerdo agua hace una año. Agua y patos. El mar y libros.

Libros.
En la parte de atrás. En mi cuarto. Ahí sigue el camello robado en un parque.
Y todas las ausencias.
La mía?

Esta luna llena...
Esa falta de aire.

Hablo con miles de personas cada día, desconocidos. Tal vez muchos de los que me encuentro por la calle sin mirar hayan hablado con mi voz alguna vez.
Hoy no puedo escribir ningún cuento.

-------------Después pensé que hoy me faltaba algo. Me fui a la nevera y probé un poco de chocolate. Ummmmm, con almendras, y pasas y avellanas, deshaciéndose en la boca lentamente!
No estoy segura de que fuera eso.

-------------Luego pensé que no era faltar, sino que algo me sobraba. Hoy me sobra algo, pensé. Fui al cuarto de baño. Me miré en el espejo. Busqué por allí unas tijeras, volví a mirarme. Atrapé al vuelo un mechón de pelo. Lo corté, sin piedad. Y luego otro. Y otro. El flequillo demasiado largo: tijeretazo. Sin miedo. Así, alegremente. Volví a mirarme. Me gustó, tal vez tenga más de un trasquilón por ahí, pero no importa. No se ven!

-------------Me siento más ligera ahora.

Pero creo que sí, que es esta luna. Que viene juguetona, y extraña.

No sólo mueve las mareas, la luna...

8 comentarios:

  1. La protagonista del cuento de hoy eres tú y esa hermosura de luna que todos vimos anoche.
    Sólo mirarla nos hace encogernos hacia dentro.

    Que peligro...yo tengo las tijeras con una alarma para que avise si tengo intenciones de cortarme el pelo y que alguien venga a atarme las manos...

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  2. Tienes la angustia de las valientes y la luna, cuando está así, ¡cómo no va a influír! pero mirarla es, a la vez, ser grande y diminuta.
    Feliz luna, besos de lunática

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  3. Me encantó el ritmo de tu escritura. Voy a pasar por acá seguido.
    Nos estamos leyendo.

    www.entrecorbatasyescotes.blogspot.com

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  4. Sí, sin duda, es la luna, nena. Nos está afectando a base de bien..
    Un beso, preciosa

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  5. Dicen que es bueno cortarse el pelo en luna llena, porque crece más rápido.
    Mmm, ¿Me depilo hoy o espero a que empiece a menguar?, (la luuuna) :)

    Muak, Muak!

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  6. ;)
    Me ha gustado el final. Mucho.

    Te ha salido la luna peluquera, la pastelera se quedó pa otra ocasión. Juguetoma y divertida luna.
    Es verdad, no sólo mueve mareas...

    besos

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  7. Gracias a todos y buenos días!

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  8. ¿Afectará la Luna a los alemanes?... Siempre me choca que la Luna para los alemanes sea masculina y el Sol femenino...

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